| 1 | El Señor me dirigió la palabra: | |
| 2 | «Hijo de hombre, vuélvele la espalda a Jerusalén; clama contra sus santuarios, profetiza contra la tierra de Israel, | |
| 3 | anúnciale que así dice el Señor: Me declaro contra ti. Desenvainaré mi espada y mataré a justos y a malvados por igual. | |
| 4 | Puesto que he de extirpar de ti tanto al justo como al malvado, mi espada saldrá contra todo el mundo, desde el norte hasta el sur. | |
| 5 | Así todos sabrán que yo, el Señor, he desenvainado la espada y no volveré a envainarla. | |
| 6 | »Y tú, hijo de hombre, con el *corazón quebrantado y en presencia de todo el mundo, llora con amargura. | |
| 7 | Y cuando te pregunten por qué lloras así, diles que es por la noticia de lo que va a suceder. Esta noticia hará que todos los corazones desfallezcan, que se dejen caer todos los brazos, y que tiemblen todas las rodillas. ¡Ya está por llegar! ¡Ya es una realidad! Yo, el Señor, lo afirmo.» | |
| 8 | El Señor me dirigió la palabra: | |
| 9 | «Hijo de hombre, profetiza y proclama que así dice el Señor: »¡La espada, la espada, afilada y bruñida!, | |
| 10 | bruñida para fulgurar y afilada para masacrar. | |
| 11 | La bruñeron y la afilaron para ponerla en manos del asesino. | |
| 12 | » ¡Grita y gime, hijo de hombre, que la espada se perfila contra mi pueblo y contra todos los jefes de Israel. Han sido arrojados contra ella, lo mismo que mi pueblo. Por eso, ¡date golpes de pecho! | |
| 13 | » El Señor omnipotente afirma: | |
| 14 | » Hijo de hombre, profetiza y bate palmas; que hiera la espada, y vuelva a herir. que a todos mantiene amenazados, | |
| 15 | para que el corazón desfallezca y aumente el número de víctimas. la espada asesina. y afilada para matar. | |
| 16 | Muévete a diestra y a siniestra, y hiere por todas partes. ¡Exhibe tu filo, espada asesina! | |
| 17 | También yo batiré palmas y aplacaré mi furor. Yo, el Señor, lo he dicho. » | |
| 18 | El Señor me dirigió la palabra: | |
| 19 | «Tú, hijo de hombre, traza dos caminos para que llegue por ellos la espada del rey de Babilonia. Estos dos caminos partirán del mismo país, y a la entrada de cada uno de ellos colocarás una señal que indique a qué ciudad conduce. | |
| 20 | Traza un camino para que la espada llegue contra Rabá de los amonitas y contra Jerusalén, la ciudad fortificada de Judá. | |
| 21 | El rey de Babilonia se ha colocado en la bifurcación del camino y consulta los augurios: sacude las saetas, consulta los ídolos domésticos y examina el hígado de un animal. | |
| 22 | Con su mano *derecha ha marcado el destino de Jerusalén: prepara arietes para derribar las *puertas, levanta terraplenes y edifica torres de asedio; alza la voz en grito de batalla y da la orden para la matanza. | |
| 23 | Por las alianzas ya hechas, los habitantes de Jerusalén creerán que se trata de una falsa profecía; pero aquel rey les recordará la iniquidad por la que serán capturados. | |
| 24 | »Por eso dice el Señor omnipotente: »Se les ha recordado su iniquidad, y han quedado al descubierto sus rebeliones; expuestas están sus acciones pecaminosas, ¡y por tanto serán capturados! | |
| 25 | »Y en cuanto a ti, príncipe de Israel, infame y malvado, tu día ha llegado; ¡la hora de tu castigo es inminente! | |
| 26 | Así dice el Señor omnipotente: Quítate el turbante, renuncia a la corona, que todo cambiará. Lo humilde será exaltado y lo excelso será humillado. | |
| 27 | ¡Ruinas, ruinas, todo lo convertiré en ruinas! Esto no sucederá hasta que venga aquel a quien le asiste el derecho, y a quien le pediré que establezca la justicia. | |
| 28 | »Y tú, hijo de hombre, profetiza y declara que esto afirma el Señor omnipotente acerca de los amonitas y de sus insultos: La espada, la espada está desenvainada para la masacre; pulida está para devorar y centellear como relámpago. | |
| 29 | La espada degollará a esos infames malvados, pues sus visiones son falsas y sus adivinanzas, mentiras. Pero su día ha llegado; ¡la hora de su castigo es inminente! | |
| 30 | » ¡Espada, vuelve a tu vaina! Allí, en tu tierra de origen, donde fuiste forjada, ¡allí te juzgaré! | |
| 31 | Sobre ti derramaré mi ira, sobre ti soplaré el fuego de mi furor; te entregaré en manos de gente sanguinaria y destructora. | |
| 32 | Serás pasto para el fuego; salpicaré con tu sangre todo el país, y borraré tu memoria de la faz de la tierra. Yo, el Señor, lo he dicho. » | |