| 1 | A TI es plácida la alabanza en Sión, oh Dios: Y á ti se pagarán los votos. | |
| 2 | Tú oyes la oración: A ti vendrá toda carne. | |
| 3 | Palabras de iniquidades me sobrepujaron: Mas nuestras rebeliones tú las perdonarás. | |
| 4 | Dichoso el que tú escogieres, é hicieres llegar á ti, Para que habite en tus atrios: Seremos saciados del bien de tu casa, De tu santo templo. | |
| 5 | Con tremendas cosas, en justicia, nos responderás tú, Oh Dios de nuestra salud, Esperanza de todos los términos de la tierra, Y de los más remotos confines de la mar. | |
| 6 | Tú, el que afirma los montes con su potencia, Ceñido de valentía: | |
| 7 | El que amansa el estruendo de los mares, el estruendo de sus ondas, Y el alboroto de las gentes. | |
| 8 | Por tanto los habitadores de los fines de la tierra temen de tus maravillas. Tú haces alegrar las salidas de la mañana y de la tarde. | |
| 9 | Visitas la tierra, y la riegas: En gran manera la enriqueces Con el río de Dios, lleno de aguas: Preparas el grano de ellos, cuando así la dispones. | |
| 10 | Haces se empapen sus surcos, Haces descender sus canales: Ablándasla con lluvias, Bendices sus renuevos. | |
| 11 | Tú coronas el año de tus bienes; Y tus nubes destilan grosura. | |
| 12 | Destilan sobre las estancias del desierto; Y los collados se ciñen de alegría. | |
| 13 | Vístense los llanos de manadas, Y los valles se cubren de grano: Dan voces de júbilo, y aun cantan. | |