| 1 | »¿No tenemos todos una obligación en este mundo? ¿No son nuestros días como los de un asalariado? | |
| 2 | Como el esclavo que espera con ansias la noche, como el asalariado que ansioso espera su paga, | |
| 3 | meses enteros he vivido en vano; ¡me han tocado noches de miseria! | |
| 4 | Me acuesto y pienso: ¿Cuánto falta para que amanezca? La noche se me hace interminable; me doy vueltas en la cama hasta el amanecer. | |
| 5 | Tengo el cuerpo cubierto de gusanos y de costras; ¡la piel se me raja y me supura! | |
| 6 | »Mis días se van más veloces que una lanzadera, y sin esperanza alguna llegan a su fin. | |
| 7 | Recuerda, oh Dios, que mi vida es un suspiro; que ya no verán mis ojos la felicidad. | |
| 8 | Los ojos que hoy me ven, no me verán mañana; pondrás en mí tus ojos, pero ya no existiré. | |
| 9 | Como nubes que se diluyen y se pierden, los que bajan al *sepulcro ya no vuelven a subir. | |
| 10 | Nunca más regresan a su casa; desaparecen de su lugar. | |
| 11 | »Por lo que a mí toca, no guardaré silencio; la angustia de mi alma me lleva a hablar, la amargura en que vivo me obliga a protestar. | |
| 12 | ¿Soy acaso el mar, el monstruo del abismo, para que me pongas bajo vigilancia? | |
| 13 | Cuando pienso que en mi lecho hallaré consuelo o encontraré alivio a mi queja, | |
| 14 | aun allí me infundes miedo en mis sueños; ¡me aterras con visiones! | |
| 15 | ¡Preferiría que me estrangularan a seguir viviendo en este cuerpo! | |
| 16 | Tengo en poco mi vida; no quiero vivir para siempre. ¡Déjame en paz, que mi vida no tiene sentido! | |
| 17 | »¿Qué es el *hombre, que le das tanta importancia, que tanta atención le concedes, | |
| 18 | que cada mañana lo examinas y a toda hora lo pones a prueba? | |
| 19 | Aparta de mí la mirada; ¡déjame al menos tragar saliva! | |
| 20 | Si he pecado, ¿en qué te afecta, vigilante de los *mortales? ¿Por qué te ensañas conmigo? ¿Acaso te soy una carga? | |
| 21 | ¿Por qué no me perdonas mis pecados? ¿Por qué no pasas por alto mi maldad? Un poco más, y yaceré en el polvo; me buscarás, pero habré dejado de existir.» | |